El Día del Juego ya está aquí, ¡es mañana! ¡Salgamos a jugar! ¿Ya sabes qué harás para celebrarlo? ¿Dónde irás? ¿Con quién?
En nuestra mochila lúdica no puede faltar la ilusión, el reto, la curiosidad y las ganas de disfrutar. Tampoco falta unas gafas enormes para ver al otro y asegurar que aquí, o nos lo pasamos todos bien, o nos llevamos el balón. En la mochila hemos puesto unos dados, algunas cartas, unas peonzas y un cordel. De momento.
También llevamos puentes espacio-temporales que conectan con momentos de diversión del pasado y nos permiten revivir el juego en mil lugares y en mil situaciones. Es genial para proponer ideas o para entablar conversación con otras personas.
Hemos puesto un poco de transgresión, una bolsa de resistencia a la frustración y un mucho de imaginación. Y con nuestras mochilas lúdicas salimos cada día y especialmente mañana, a jugar, a crecer, a aprender, a vivir, todo el tiempo que podamos, en la mejor versión de nosotros mismos.